Denominamos ACNÉ COSMETICO al producido (o agravado) por el uso de productos cosméticos.
El ACNÉ es una enfermedad inflamatoria cutànea crónica, que afecta a las unidades pilosebáceas principalmente de la cara y parte superior del tronco (pecho y espalda), caracterizada por la formación de comedones, pápulas, pústulas, nódulos y cicatrices. En su aparición influyen alteraciones hormonales, predisposición genética, estrés, tabaco, la ingesta de algunos medicamentos y los cosméticos.
Características del ACNE COSMETICO
El acné cosmético suele ser de intensidad media pero persistente. Ocurre más comunmente en cara, cuello, frente y linea de implantación del cabello. Aparecen comedones, pequeñas pápulas y pústulas con escasa inflamación haciendo «rugosas» las zonas afectas y «asperas» al tacto. Es más común en mujeres en la edad adulta tanto en las que empezaron a usar cosméticos en la adolescencia como en las que lo hicieron más tarde.
Se ha denominado acné post-fiesta al agravamiento o aparición de acné facial en mujeres tras periodos más o menos largos de celebraciones. Su aparición es por lo tanto en el comienzo de año bastante habitual.
Aunque el acné es un proceso que relacionamos con la adolescencia no es raro que muchos adultos lo padezcan tanto hombres como, lo que es más frecuente mujeres: es lo que se ha denominado ACNE DE LA MUJER MADURA.
El acné femenino tiende a ser más duradero y errático que el masculino además de presentar diferentes formas clínicas en el tiempo.
Puede ser frustrante experimentar brotes de acné en la treintena o más tarde (incluso en la menopausia) pero, el 50% de las mujeres adultas sufren ocasionales episodios de acné.
Junto a fenómenos psicológicos como el sindrome post-vacacional o la depresión post-party el agravamiento o aparición de acné facial en mujeres tras periodos más o menos largos de celebraciones es un proceso frecuente que se ha denominado en consecuencia acné post-fiesta.
Aunque no suele ser de importancia se debe consultar al dermatólogo si no se resuelve en pocas semanas tanto por la facilidad de empeoramiento al querer corregirlo con medidas “caseras” y su tendencia a persistir como, por la existencia de tratamientos efectivos.
EL ACNE «DEL DIA SIGUIENTE»
Seguramente, la limpieza es la última cosa de la que se tienen ganas de hacer cuando se llega a casa de madrugada después de una fiesta.
Dejar el maquillaje sin retirar no solo empeorará el acné preexistente, sino que ayudará a que aparezcan otras lesiones al día siguiente debido a lo cual estan inoportunas lesiones acneicas faciales han tomado este nombre. Afortunadamente la vuelta a los hábitos cosméticos solucionará en la mayoría de casos problemas puntuales y mínimos.
EL ACNE POST-FIESTA
La reiteración de hábitos cosméticos inadecuados a lo largo de varios días además de otras circunstancias habituales en nuestra Navidad:
Dietas desequilibradas
Consumo de productos no habituales
Ansiedad y stress emocional
Alteraciones hormonales puntuales
Rutinas de belleza inestables
Uso de productos cosméticos no habituales
Olvido de rutinas de higiene
Acné cosmético (merecera un post aparte)
pueden hacer que un acné que se creía controlado o de perfil bajo se vuelva a mostrar activo ocasionando molestias que no ayuden a implementar los buenos propósitos que todos hacemos para el nuevo año.
PROPOSITOS PARA EL NUEVO AÑO
En conclusión, tras las fiestas navideñas con frecuencia se observan cuadros de ACNE POST-FIESTA de localizacion facial en mujeres que no deben demorar su tratamiento para evitar su progresión y persistencia.
Un buen propósito para este año puede ser mejorar los cuidados de nuestra piel lo que nos proporcionará salud y bienestar. Rutinas y planificaciones cosméticas razonadas parecen ser la mejor manera de lograrlo.
En dermalicante mantenemos al día de nuestros conocimientos para, en definitiva, ayudar a nuestros pacientes.
La cosmética esta integrada como disciplina de las ciencias de la salud.
Los cosméticos son mezclas de compuestos químicos (o derivados de fuentes naturales) destinados a ser aplicados de manera superficial sobre alguna parte del cuerpo con objeto de mejorar su aspecto general, apariencia, color u olor sin afectar a su estructura o función.
Sólo cumplen una función de embellecimiento, estética, nunca curativa, y su uso siempre es externo, lo que implica que ningún producto que se introduzca en el cuerpo puede ser considerado un cosmético.
LA BELLEZA HUMANA.
Aunque existen cánones armónicos universales el mercado se ha convertido con el tiempo en el delimitador de la belleza. Trascendiendo lo subjetivo ha extrapolado un patrón comúnmente aceptado de la misma que el consumidor ha aceptado de buen grado aun sabiendo que es inalcanzable y particularmente trabajoso.
El concepto de belleza se va construyendo con el refuerzo constante de la imagen: la prensa especializada y del corazón, la televisión, la fotografía, el cine y los videos: cosmética, mentiras y cintas de video.
EL MERCADO DE LA COSMÉTICA.
La búsqueda de esa efímera perfección por la población obliga al uso continuado de cosméticos cuya producción en cadena explica el crecimiento de una industria que se ha ido haciendo accesible a todos los bolsillos lo que justifica que en más del 40% de los hogares en EEUU haya algún producto asociado al cuidado facial y que el consumidor español gaste una media de 137 euros al año en productos de cuidado personal.
La industria cosmética tiene todo en su mano para el éxito. Vende imagen, belleza, bienestar, placer, confianza, evasión, ilusión, cuidado personal y mental. Los productos cosméticos se venden solos pero… todo es poco.
PUBLICIDAD ENGAÑOSA EN COSMÉTICA.
En el marco del versátil rol de género, en mayor medida sobre el sexo femenino, se concentra una agresiva estrategia de consumo que influye permanentemente mediante distintos recursos publicitarios más o menos sutiles para convencernos de la imperiosa necesidad de adquirir productos de belleza de dudosa utilidad:
Inventando debilidades de la piel y del cuerpo invisibles a simple vista (falta de tersura, tono apagado).
Añadiendo a los productos tecnicismos pseudomédicos que rayan en el fraude (efecto botox, cremas laser)
Atribuyendo propiedades cosméticas a productos que no solo deben aplicarse sobre la piel sino que se hacen partícipes de una incierta “dieta sana” (aguas desintoxicantes, antioxidantes naturales).
A está construcción artificiosa se añade la cirugía estética obsesiva «que evitará el envejecimiento», el ejercicio físico inmoderado «que ralentizará el declive fisiológico de la edad», el cuidado del cabello «que nos hará ver como modelos profesionales», etc.
Integramos paulatinamente como verdad absoluta la idea de que la belleza se tiene que obtener a partir del trabajo esforzado, de la disciplina, de la dieta, del ejercicio físico, de los suplementos y en definitiva de un coste personal y económico elevado que somete al individuo contemporáneo a una vigilancia social permanente de su aspecto.
SOMBRAS EN COSMÉTICA.
El problema lo encontramos cuando en la búsqueda de esa supuesta belleza inventada artificialmente la persona no se integra socialmente y siente que no es aceptada por la colectividad; cuando en vez de un tiempo de disfrute privado la cosmética se vuelve en un yugo comunitario, en una fantasía de apariencia y falso atractivo, de armonía corporal ficticia y magnificencia fátua que deviene en frustración.
Algunos rechazan por completo caer en los dictados del mercado y hacen de la fealdad y de la falta de cuidados bandera activista cuasi política. No parece una una buena solucion.
LUCES Y SENTIDO COMUN EN COSMÉTICA.
Hay que disfrutar de los productos de belleza y de cuidado personal. Es altamente aconsejable parar el reloj durante un rato y relajarse disfrutando de olores, texturas y efectos de los cosméticos sobre la piel y el cabello. Es aconsejable elegir productos fijándose en el espíritu de las líneas, probando las muestras, leyendo los ingredientes y preguntando a quien nos puede dar una información veraz y objetiva, como haríamos con cualquier otro bien o servicio, esquivando comentarios comerciales sesgados y la descripción comercial del producto en el envase como únicos referentes de nuestra elección.
Como en cualquier ámbito vital es humano, lícito e incluso aconsejable tratar de mejorar nuestro aspecto externo, pero caer en falacias mercantilistas y apoyar con nuestra soberana decisión de compra empresas que tratan al consumidor como idiota no parece la mejor manera de enfocar una cosmética que, no podrá evitar que el reloj avance pero, puede hacernos la vida más agradable y disfrutar del placer de su uso.
Como resultado de este análisis desde este blog realizamos una incursion amable que aportará una información útil y sin sesgo comercial en este campo: COSMÉTICA, MENTIRAS Y CINTAS DE VIDEO.
En dermalicante proponemos tratamientos cosméticos contrastados sin promesas vacías ni interés comercial alguno.