El 16 de marzo los médicos conmemoramos el ‘Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario’ #stopagresiones y así tratamos de sensibilizarnos junto a las administraciones públicas y a los ciudadanos del grave problema que significan las agresiones a sanitarios que afectan de forma sustancial a la actividad médica.
El lema de este año: “Ante las agresiones a sanitarios, tolerancia cero” ha sido empleado para concienciar y ayudar a los sanitarios en general y a los médicos en particular en el manejo preventivo y jurídico de esta lacra.
IMPORTANCIA DE LA VIOLENCIA CONTRA EL PERSONAL SANITARIO
La Organización Médica Colegial (OMC) creó en 2010 el Observatorio de Agresiones a través del cual, se han ido recogiendo las denuncias registradas en los colegios de médicos de toda España (más de 2.400 desde entonces), datos que revelan la magnitud del problema, así como la prevalencia continuada del mismo. En 2016 las agresiones a médicos aumentaron un 37,12%, recogiéndose 495 casos.
Las agresiones, además de un problema de violencia en sí mismo, conllevan un deterioro de la relación de confianza entre médico y paciente, fundamental en esa relación y repercuten gravemente en la salud y calidad de vida del profesional agredido.
VIOLENCIA CONTRA EL PERSONAL SANITARIO: CAUSAS
Detrás de la violencia contra el personal sanitario, existe un entramado causal de gran complejidad. El sufrimiento y el dolor favorecen las situaciones de conflicto en la comunicación médico-paciente, pero también el estrés profesional, la falta de recursos y la sobrecarga asistencial merman la capacidad del profesional para afrontar este tipo de situaciones.
El motivo principal de las agresiones son las discrepancias con la atención médica, el grupo más afectado mujeres jóvenes que trabajan en urgencias de atención primaria, el agresor tipo varón en edad adulta.
MANEJO DE LA VIOLENCIA CONTRA EL PERSONAL SANITARIO
La concienciación a los profesionales que trabajan en el entorno de los servicios de salud, la cooperación con las Administraciones públicas -Ministerio de Sanidad, Consejerías de Salud de las Comunidades Autónomas, Ministerio de Justicia, Fiscal General del Estado, Fiscalías y Cuerpos de Seguridad del Estado – y la sensibilización de la sociedad en general ante este grave problema, han sido de gran ayuda para abordar esta lacra.
La entrada en vigor, el 1 de julio de 2015, de la reforma del Código Penal que contempla las agresiones a sanitarios del sector público como delito de atentado contra la autoridad, ha sido uno de los logros más importante en la lucha contra este problema. En 2016 el sector público soportó un 87% de las agresiones frente al 13% de la asistencia privada.
El Observatorio Nacional de Agresiones de la OMC trabaja para que las agresiones a sanitarios sean consideradas como violencia social, contemplando la consideración de delito contra la autoridad tanto si se producen en el ámbito público como en el privado y para que sean penadas con los mismos criterios en todas las comunidades autónomas.
Las acciones frente a la violencia frente a sanitarios deben estar encaminadas, en primer lugar, a evitar en la medida de lo posible las agresiones, en segundo lugar a dimensionarlas y analizarlas de forma cuantitativa y cualitativa y en último lugar en denunciarlas por la vía judicial y ante los Colegios Medicos.
#stopagresiones
El respeto a los profesionales sanitarios que trabajamos para mejorar la salud de nuestros pacientes y la formación de los facultativos para afrontar situaciones límite y cortar desde el inicio situaciones de violencia gestual y verbal son los pilares básicos para diseñar el tratamiento multidisciplinar del problema y establecer todas las medidas preventivas necesarias contra la violencia en el ámbito sanitario porque nada justifica una agresión.
En dermalicante le pedimos el respeto necesario para realizar nuestro trabajo con dignidad en favor de su salud.